Concebida con la atención al detalle típica de las joyas de la Maison, la estructura asume los retos del contexto medioambiental y conjuga sus contrastes en una solución original y sofisticada. El nuevo complejo es el resultado del encuentro entre el refinamiento del estilo Bvlgari, la profesionalidad y el gusto del equipo de diseño, dirigido por los arquitectos Antonio Citterio y Patricia Viel, y el diseño Made in Italy.
El objetivo, como explicó el propio Citterio, no era puramente arquitectónico, sino también social: ¿cómo es posible diseñar un espacio habitable en una isla recién creada? ¿Cómo es posible crear un sentido de comunidad, proximidad y, por tanto, confort en un inmueble de 158.000 metros cuadrados? El desafío a la dureza del desierto se ha superado con éxito, y hay que conceder sin duda un mérito considerable a los sistemas de cierre. Grandes puertas correderas conectan los salones con las amplias terrazas sombreadas; los ventanales del suelo al techo dan a los huéspedes la sensación de encontrarse en el exterior, garantizando la idea de lujo ligada a la vegetación, la intimidad y la tranquilidad del interior.
La línea de ventanas y puertas Skyline Minimal Frames, elegida personalmente por los arquitectos, tiene todas las características buscadas:
- perfiles mínimos, con un diseño esencial que permite la continuidad entre el interior y el exterior;
- materiales naturales, una esencia de roble con un acabado claro y cálido en el interior, con un revestimiento exterior de aluminio con un acabado bronce resistente a los agentes atmosféricos;
- tecnología moderna, lo que da como resultado una ventana inteligente con excelentes prestaciones técnicas.